Construcción de Casas
En nuestro trabajo, nos encontramos con familias que vivían separadas debido a desastres naturales y la falta de un lugar seguro donde permanecer juntas. Era desgarrador ver a los niños llorar y gritar por la separación de sus padres, algo que tocaba profundamente nuestro corazón. Decidimos que teníamos que hacer algo para cambiar esta realidad, y así nació nuestro proyecto de construcción de casas.
Con la ayuda de amigos de distintos países que enviaban fondos o venían a El Salvador como voluntarios, comenzamos a levantar viviendas. Estas casas, ya fueran de madera, prefabricadas o permanentes, representaban mucho más que un refugio: eran un símbolo de esperanza, unidad y estabilidad para las familias que tanto lo necesitaban.



Mi esposo, comprometido con esta causa, aprendió a construir casas desde cero, aunque ese aprendizaje no fue fácil. En el proceso, tuvo que enfrentarse a desafíos, incluso sufriendo un accidente que le costó tres de sus dedos. A pesar del dolor, su esfuerzo valió la pena cuando vimos las sonrisas y las lágrimas de alegría de las familias al reencontrarse y tener un lugar al que llamar hogar.
Gracias a los fondos y la dedicación de nuestros amigos voluntarios, quienes no solo aportaban recursos económicos sino también sus manos y corazones, logramos construir estas viviendas. Cada casa se levantó con el esfuerzo colectivo de personas que compartían un mismo objetivo: devolverles a las familias el derecho de estar juntas.
Además de la construcción de casas, nuestro compromiso se extiende a otras áreas donde vemos necesidad:

Ayudamos a familias en riesgo.

Apoyamos a niños víctimas de abuso o en situación de calle.

Trabajamos con comunidades en riesgo de desnutrición.

Organizamos eventos infantiles y juveniles.

Ofrecemos capacitación para jóvenes que desean convertirse en voluntarios.

Colaboramos con orfanatos, tanto gubernamentales como privados, para brindarles apoyo integral.


Si deseas unirte a este esfuerzo, ya sea como voluntario o donante, eres bienvenido a formar parte de este trabajo transformador. Juntos, podemos seguir construyendo no solo casas, sino también vidas llenas de esperanza y amor.
«El día que nos dieron las llaves de nuestra casa, también nos devolvieron a nuestra hija. Fue el momento más feliz de nuestras vidas.»
Esta familia enfrentó la separación cuando su hija fue llevada a un hogar de protección estatal por no tener un lugar adecuado donde vivir. Con una tormenta tropical acercándose y sin recursos para viajar cada semana a San Salvador a visitarla, conocimos su caso y decidimos ayudar. Transformamos su vivienda, cumpliendo con las condiciones necesarias para que pudieran criar a su hija. El día en que entregamos las llaves de su nuevo hogar, también les devolvieron a su hija.